Su nombre era M porque ya había olvidado cómo era completo El mundo ya no lo conocía él tampoco recordaba quién era, los únicos que quedaban eran los demonios, ellos nunca se van Un juego que salió mal y una advertencia que M no entendió bien fueron lo único que se necesitó para mandarlo a un coma permanente. Dicen que si le cuentas un secreto abre los ojos y que si lo dejas dormir en tu cama te contará a dónde lo llevaron los demonios. Mientras tanto M guarda silencio y espera que alguien lo recuerde.