La Sirena
Desde niña siempre le tuve miedo al mar. Cada que me acercaba sentía que las olas se movían y me hablaban como si hubiera algo en su interior llamándome. Vivo con mi familia cerca de una playa, dicen que todos tenemos sal en la sangre y que el mar es más conocido para nosotros que la tierra. Pero yo no siento lo mismo. Algunas veces he llegado a creer que nací en un lugar lejano a este ya que cada que es de noche cierro las cortinas para que la brisa del mar no se cuele por mi ventana y cuando camino por el muelle cierro los ojos para no ver abajo.
Yo siento terror de imaginar qué hay ahí, en lo más profundo. Algunas veces antes de dormir me imagino que en el fondo existe toda una nueva ciudad custodiada por un ser enorme lleno de tentáculos. Creo que eso es lo que más me aterraba: pensar en los tentáculos enormes llegando a la superficie y jalándome dentro.
Viví con ese miedo durante mucho tiempo, hasta que apareció "la sirena" y entonces todo se volvió más real.
La sirena era una chica que apareció muerta en la playa. Los medios la llamaron así por la falta de piernas y porque donde debían de estar había sólo escamas y algas cubriéndola, haciéndola ver como una sirena.
Empezó la investigación y entonces descubrieron que había varias mujeres perdidas en la isla, todas eran aproximadamente de mi edad. Se sospechaba de un culto, "Los Seguidores de Cthulhu", un grupo de hombres que robaban chicas y las volvían sirenas para una deidad escondida en el fondo del mar. Al parecer ellos no sabían lo que hacían, el dios era capaz de controlarlos a distancia, bueno, eso era lo único que se sabía.
Entonce empezó el toque de queda, teníamos una hora de llegada a casa. Fui viendo a chicas de la escuela desaparecer, "volverse sirenas".
Todos lloramos hasta que se volvió algo normal, ya quedábamos pocas, algunas inclusive se creían poco especiales por no haber sido elegidas, tanto que ellas mismas se lanzaban al mar.
Ya quedábamos muy pocas cuando llegó una gran tormenta que oscureció toda la isla e inundó algunas casas cerca de la playa y ahí en medio del agua empecé a ver los tentáculos acercándose. Mis lágrimas se escondieron con la lluvia que me cubría y entonces esa voz que me llamaba empezó a llenar todo el ambiente, sólo me dejé llevar.