Medidas extremas, Norma Lazo
La escritora veracruzana Norma Lazo rondaba por los alrededores de la Morgue de Rigor Mortis, pero no se animaba a entrar.
Quizá el olor nauseabundo a cadáver, el formol o la escasa iluminación de nuestro refugio de monstruos la intimidaban.
O tal vez eso fue lo que la atrajo.
Yo, un humilde trozo de pierna mutilada, ya había leído su antología de cuentos Medidas extremas y salí a buscar a Norma cuando la vi cerca para que nos contara más de su libro.
Ella fue muy amable, más allá de que al inicio se pusiera nerviosa por interactuar con una pierna verde y cercenada, pero la convencí de que entrara a la Morgue y conociera a sus habitantes.
Edgar, el coleccionista, La Chica Llamada Cuervo, la Señora V, Leanan Sidhe y Ghoulunuar la recibieron en el anfiteatro.
Norma Lazo nos habló de fantasmas, amistades que se desgastan, culpas y de los infiernos personales en los que se puede convertir una relación de pareja.
Platicar con Norma a través de su libro Medidas extremas fue como sentarse en la banca de un cementerio a chismear a gusto sobre los defectos y los errores de algún conocido en común.
Su opinión es cínica, mordaz y muy inteligente.
Es como hablar mal del muerto que acaban de enterrar y de quien sus familiares se esmeran por contar sólo cosas buenas de él.
El tono de Medidas extremas es relajado y directo. Con una prosa amable que te permite avanzar con velocidad.
Sus cuentos tienen como eje una fuerte presencia fantasmal, enfocada más por la coincidencia que por los hechos. Te orillan a realizar conclusiones anticipadas que construyen la escena de algo tétrico en donde sólo hay cotidianidad.
Lo más perturbador fue cuando Norma nos habló sobre relaciones de pareja. Muchos seguimos en shock desde aquel momento. Nos retrató fielmente los infiernos personales de algunas parejas que están, a la vista de los demás, muy enamoradas.
Nos contó que las apariencias no alcanzan a evidenciar el hartazgo, las infidelidades y el agobio que puede llegar a vivir alguno de los participantes de estas relacionados ante el total desconocimiento de los demás.
Las acciones de los personajes de Medidas extremas son ocasionadas por el mundo terrible que los rodea y del cual a ellos sólo pueden dejarse llevar. De ahí las "medidas extremas" a las que se ven sometidos a actuar; sólo blanco o negro, sin tomar en cuenta las millones de tonalidades de grises que existen.
Es vivir o morir, nada de acuerdos ni segundas oportunidades ni venganzas ni pedir perdón. Aquí no hay tiempo para eso.
Norma Lazo se despidió de nosotros porque nos confesó que ya no soportaba el olor a muerto de la Morgue. Prometió volver pronto y contarnos más de su extensa y brillante carrera literaria.
La esperaremos ansiosos mientras regresamos a nuestras diversas tareas de embalsamadores.
Norma Lazo nació en Veracruz, Veracruz, en 1966.
Es psicóloga clínica por la Universidad Veracruzana. Maestra en Saberes sobre subjetividad y violencia por el Colegio de Saberes.
Fundó y fue directora editorial durante siete años de Complot, revista emblemática que dirigió hasta 2004.
Es autora, además de Medidas extremas, de las novelas Lo imperdonable (2004), El dolor es un triángulo equilátero (2005, Premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares 2007), El dilema de Houdini (2009) y El mecanismo del miedo (2010); del libro de crónica de nota roja Sin clemencia, los crímenes que conmocionaron a México (2007); los ensayos El horror en el cine y la literatura (2004), y La luz detrás de la puerta: el silencio de la escritura, (2012, Certamen Internacional Letras del Bicentenario 2011).
Ha realizado televisión cultural. Es creadora y guionista del ensayo fílmico El mecanismo del miedo (2005), co-creadora y guionista del programa cultural Facultad de diálogo (2007-2008), de la serie documental Las siete nuevas artes (2006) y de la revista sobre arte contemporáneo La caja negra (2004).
Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.
