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La Pierna de Ajab

Habitación blanca, Erika Zepeda




La escritora tapatía Erika Zepeda fue recibida con honores en la Morgue de Rigor Mortis.


Todos ya habían oído hablar de ella y querían conocerla. La Chica Llamada Cuervo cepilló sus plumas, el Juguetero dejó encargado el Tianguis de los Horrores y Edgar, el coleccionista, dejó una autopsia a la mitad con tal de ir a conocerla.


La ganadora del Premio Barco de Vapor y del Premio Nacional de Cuento Corto Julio Torri en 2016 se sentó junto a un féretro y nos relató los secretos detrás de los siete cuentos presentes en Habitación blanca, libro de ella publicado en 2018 por Editorial Paraíso Perdido.


El cuento que le da título a la antología habla de una cita fallida salpicada de frustración, psicosis y una pizca de delirios suicidas. Durante el relato todos volteamos a ver a la Señora V, así son siempre sus citas y creemos que esos episodios definieron para siempre su comportamiento.


He de confesar que yo, una valiente pierna mutilada de capitán de barco enloquecido, perdí el control con su cuento Ponzoña. ¡Me encantó!


Es un cuento que me hizo recordar a Viaje a la semilla, de Alejo Carpentier, pero con un toque oscuro y pesimista.


Todos aquí en la Morgue nos sentimos identificados porque al fin un humano logró comprender que los muertos poseemos una sabiduría especial que sólo se obtiene al cruzar la raya que delimita la vida de la muerte.


Los cuentos de Erika Zepeda están llenos de guiños, de suaves palabras que te susurran el final aunque tú no quieras creerlo, y te obliga a llegar hasta el final para que lo compruebes tú mismo.


Erika es una maestra en el arte de los finales abiertos. Al término de cada cuento te deja esa sensación, aunque parte de tu cerebro ya sabe lo que ocurrió porque está esbozado con delicadeza a lo largo del texto.


Al final de la charla nos tomamos una fotografía grupal. Después, al revisarla en el celular, descubrimos que sólo se ve a Erika Zepeda en el centro con la Morgue vacía de fondo. Creemos que es porque todos nosotros ya estamos muertos, pero nos alegra que ella siga viva para que continúe publicando libros y nos maraville con sus historias.


Vuelve pronto.


 


Erika Zepeda nació en Guadalajara, Jalisco, en 1982. Estudió la licenciatura en Letras en Letras Hispánicas y la licenciatura en Educación en la Universidad de Guadalajara.


En 2004 ganó el Premio Nacional Juan de la Cabada (INBA) con el libro Historias galliniles (Patria, 2006).


En 2009 obtuvo mención honorífica en el Premio Barco de Vapor con el libro Una zarigüeya en mi mochila. En 2016 fue merecedora del Premio Barco de Vapor con el libro Instrucciones para convertirse en pirata (SM, 2017) y el Premio Nacional de Cuento Corto Julio Torri con el cuento 63 señoritas condenadas a la desolación (Tierra Adentro, 2017).


En 2017 publicó el cuento para niños La prohibición de las lombrices (INE) y su primer libro de teatro para niños Ánimas que ya amanezca (Panamericana).


Corre y se va corriendo... ¡Lotería! (Planeta, 2018), una colección de cuentos breves es su más reciente libro para niños.

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