Al estilo marciano, Isaac Asimov

Los integrantes de la Morgue, vivos, muertos, fantasmas, zombies y espectros, todos por igual, estamos orgullosos de haber recibido la visita del máximo genio de la ciencia ficción.

Isaac Asimov se presentó con un enfático "Se los dije", el cual estuvo completamente fuera de lugar. No sabíamos de qué hablaba.

Se colocó sobre una cripta abierta, acarició su barba canosa e inició un discurso ante la expectativa de todos los monstruos de Rigor Mortis.

Afirmó que el mundo ya debería de estar preparado para enfrentar amenazas, como las que desde hace más de sesenta años aparecen en sus cuentos.

Consideró increíble que tantos avances científicos no hayan servido para defendernos ante las crisis. Luego enumeró una lista enorme de potenciales catástrofes que podrían acabar con la vida en la Tierra, cada una de ellas más cruel y violenta que la anterior.

La frase que más se quedó grabada en mi memoria de trozo de pierna cercenado fue la de que "las principales tragedias de la humanidad han sido presagiadas siglos antes en la literatura".

Citó su cuento Al estilo marciano, en el que los habitantes de Marte dependen del agua que la gente de la Tierra les manda para sobrevivir. Llegó el día en el que los terrícolas se negaron a enviar más agua y los marcianos tuvieron que buscar en otros rincones del Sistema Solar algún otro método para conseguirla.

Al estilo marciano es un llamado a la humanidad para cuidar los recursos naturales y las fuentes de energía. La advertencia es bien conocida por todos, pero el mundo continúa con el mismo ritmo enfermizo y autodestructivo de utilizar más de lo que produce.

"Se los dije", reiteró Asimov, en un intento por sacudir nuestras mentes.

Escucharlo es como oír las palabras llenas de sabiduría de un viajero en el tiempo que ya vivió una catástrofe y regresa al pasado para evitarla.

Adentrarnos en los cuentos de Isaac Asimov es sondear el futuro, atravesar distancias imposibles en el espacio y descubrir nuevos planetas. El futuro llegó y palabras como "apocalipsis" o "extición" pueden volver frecuentes. Y reales.